Frutas pediátricas

Por myrliladmin / diciembre 9, 2020

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir cinco porciones o 400 gr diarios entre frutas y verduras para fomentar una buena salud. Pero conseguir esta meta con el ritmo de vida actual, es un verdadero reto.

A esto se le añade una dificultad adicional, y es la existencia de clasificaciones y compatibilidades entre las frutas y los demás grupos de alimentos.

Pero si logramos hacerlo de manera adecuada, podemos hacer que nuestro organismo las asimile mejor, e incluso aumentar su aceptación por parte de los niños.

En Colombia somos afortunados porque tenemos una gran diversidad y producción de frutas, aunque consumimos mucho menos de lo que deberíamos según las recomendaciones de la OMS.

Además, tenemos poco conocimiento sobre la forma adecuada de consumirlas y hacemos malas combinaciones entre ellas y otros tipos de alimentos. Esto puede causar diversas reacciones físicas y químicas que llevan a que nuestro organismo no las tolere bien.

Según Albert Ronald Morales, creador de la frutoterapia y presidente de la Asociación Mundial de Frutoterapia y Medio Ambiente, las frutas se clasifican en 4 grandes grupos; dulces, ácidas, semiácidas y neutras.

BENEFICIOS DE LAS FRUTAS

Las frutas tienen propiedades nutricionales las cuales dependen de su composición, que varía según las condiciones agrológicas, climáticas, de especie o su grado de madurez. A continuación te menciono algunas de ellas:

Hidratan rápidamente al organismo por su gran contenido de agua.
Tienen propiedades desintoxicantes ya que estimulan la función hepática y renal.
Previenen las enfermedades degenerativas del sistema nervioso y algunos tipos de cáncer.
Previenen enfermedades cardiovasculares.
Mejoran el tránsito intestinal y la digestión en general, gracias a su alto contenido de fibra.

EL AZÚCAR DE LAS FRUTAS Y SUS CONSECUENCIAS

La fructosa es el azúcar de las frutas y tiene unas características muy especiales pero peligrosas si se consume en exceso.

Al consumir fructosa, esta ingresa silenciosamente y en su totalidad al hígado a diferencia de la glucosa que se dirige en un 80% a las células proporcionándoles energía y un 20% se almacena en el hígado como reserva. Además tu hígado consume demasiada energía para procesarla.

En conclusión, la fructosa se infiltra en el hígado y lo hace trabajar más, quitándonos energía sin aportarla.

Además, activa la producción de ácido úrico generando inflamación sistémica, que favorece la hipertensión arterial al disminuir el óxido nítrico, que es vital para el adecuado funcionamiento de las arterias.

El exceso de fructosa termina formando grasa en los tejidos y órganos como el hígado y el páncreas. Esto puede ocasionar “hígado graso” y “diabetes tipo 2”.

La fructosa no es detectada por la proteína que le informa al cerebro la sensación de llenura así que siempre se quiere más, causando adicción.

EFECTOS SECUNDARIOS DE CONSUMIR MUCHOS JUGOS

“Los jugos de frutas tienen minerales y vitaminas pero al final son pura fructosa suelta y sin fibra.”

Aunque los jugos de naranja y mandarina son muy populares en los niños, requieren muchas unidades de frutas para prepararlos. Esto lleva a que consuman una gran cantidad de fructuosa que tiene efectos adversos como ya se explicó anteriormente.

“Si los jugos son procesados peor aún, ya que tienen gran cantidad de azúcar y aditivos.”

En la actualidad hay una avalancha publicitaria de jugos, néctares y refrescos que nos inducen a comprar dichos productos. Y creemos en ellos gracias a las imágenes coloridas de las frutas y las tablas nutricionales que nos confunden, haciéndonos creer en su falso origen natural y orgánico.

Siempre será mejor consumir la fruta entera, disfrutando de su olor, sabor y aprovechando sus beneficios nutricionales. Por cierto, la fibra de las frutas es la que estimula a la proteína que le dice al cerebro “suficiente comida”.

Teniendo en cuenta todo lo mencionado, te recomiendo especialmente promover el consumo de agua en los niños y evitar al máximo los jugos

RECOMENDACIONES DE LA ACADEMIA AMERICANA DE PEDIATRÍA

La Academia Americana de Pediatría hace algunas recomendaciones sobre el consumo de jugos en niños.

Los jugos no deben ser introducidos en la dieta de los lactantes menores del año de edad ya que no benefician nutricionalmente.
La ingesta diaria de jugos debe ser limitada a 120 ml diarios en niños de 1 a 3 años y para niños de 7 a 18 años 200 a 250 ml diarios.
Los niños deben ser estimulados a comer frutas completas ya que la fibra se pierde al preparar un jugo, además su concentración de azúcar es elevada favoreciendo problemas como; el aumento de peso y la caries dental.
Los niños pequeños NO DEBEN recibir jugo en biberones o vasitos portátiles que les permite consumir y llevar el jugo fácilmente a todas partes durante el día.
Con mayor razón se deben evitar el consumo de jugos industrializados.

¿CÓMO NOS AYUDAN LAS FRUTAS PEDIÁTRICAS EN LAS ENFERMEDADES MÁS COMUNES?

Usualmente la alimentación complementaria en los bebés se inicia con frutas, ya que tienen características que permiten que sean bien toleradas y fáciles de digerir.

Entre los beneficios más conocidos de las frutas para los niños tenemos los siguientes:

- Estimulan el sistema inmunológico.
- Aumentan la actividad antioxidante.
- Ayudan al crecimiento y desarrollo muscular.
- Ayudan en la digestión por su buen contenido de fibra.
- Hidratan el organismo por su gran contenido de agua.
- Purifican y desintoxican el organismo removiendo y eliminando toxinas acumuladas.

Cada fruta tiene una composición muy rica y múltiples usos pero describiré las principales recomendadas para los niños y sus principales beneficios.