Cuidados en la piel de los niños

El sol es una fuente de emisión de fotones que transportan energía. Si bien tiene acciones positivas como la síntesis de vitamina D, calorigénesis, visión y acción sobre el humor; también tiene acciones negativas para la vista y la piel.

A nivel ocular produce: queratoconjuntivitis y cataratas, sobre la piel: la aparición de tumores de distintos tipos y envejecimiento cutáneo.

Parte de la energía solar que llega a la tierra está compuesta por rayos ultravioleta los cuales son invisibles. Cuando estos rayos penetran la piel ocasionan daño celular por medio de la producción de radicales libres, en algunos casos éste daño puede ser reparado por distintos mecanismos que poseen las células, pero en otros el daño celular es permanente, lo cual provoca la aparición de arrugas, manchas, o bien cáncer de piel con el correr de los años.

La población pediátrica (niños y adolescentes) es y debe ser el centro para la educación y la implementación de medidas de fotoprotección.

El daño solar sobreviene en cada exposición al sol y se acumula a lo largo de toda la vida. Además los niños y adolescentes son los que más expuestos están al sol, juegos al aire libre, deportes, etc.

Se estima que durante los primeros 18 años de vida ya se ha recibido el 70% de la radiación ultravioleta de toda la vida.

¿Cómo proteger al niño del sol?

1. Antes que nada la educación abarca no solo a la familia, sino a todos aquellos ámbitos donde el niño y el adolescente frecuentan: escuelas, centros deportivos y recreativos.

2. Uso de ropas adecuadas. Aquellas que mejor protejan del sol, tejidos de malla apretada o compacta, si bien la ropa clara es más fresca, la ropa oscura protege mejor de los rayos ultravioletas. Los niños deben usar además lentes de sol que contengan filtro UVA y UVB y gorros de ala ancha que protejan bien la cara.

No existe una forma segura y sin riesgos para broncearse.
El daño solar es acumulativo e irreversible, el bronceado es un signo que la piel ya está dañada

3. El uso de fotoprotección tópica. Los fotoprotectores tópicos son productos que contienen moléculas físicas, químicas además de otras moléculas que absorben, reflejan y dispersan la radiación ultravioleta, evitando que penetren en la piel.

La Academia Americana de Pediatría aconseja su uso en mayores de 6 meses. En los menores de 6 meses se aconseja evitar la exposición solar, y vestir al bebé con ropa ligera que cubra la mayor parte de piel; si no se dispone de ropa adecuada, ni sombra, usar fotoprotectores aplicando una mínima cantidad en zonas foto expuestas.

El fotoprotector elegido debe absorber las radiaciones UVB y UVA, recordando que también las UVA provocan daño.El factor de protección solar recomendado para niños, no debe ser superior a 30 (recomendado por la FDA), factores mayores aumentan el riesgo de efectos secundarios sin mejorar la eficacia. Los factores menores de 15 no brindan suficiente protección.Se debe aplicar 30 minutos antes de la exposición solar, para que de esta manera actúe cuando ocurra la exposición. Debe ser resistente al agua y se aconseja reaplicar cada 2 o 4 horas.

Se debe evitar la exposición solar en horarios del mediodía, entre las 10 y las 15 hs, este horario coincide con el momento en que la sombra que proyecta el cuerpo es más corta que la altura.

Debemos tener en cuenta que en determinados sitios como los lugares ubicados cerca del ecuador, o en las montañas, o en el período de verano las radiaciones solares son más intensas aún, y el daño solar puede verse aumentado por la reflexión de los rayos en el agua, el arena o la nieve lo cual también debe tenerse en cuenta para una buena prevención del daño solar.

Se debe evitar también la exposición al sol por períodos prolongados, para lo cual es bueno ubicarse y jugar en lugares a la sombra.

Es importante que se comprendan los riesgos de la exposición solar sin precauciones y las medidas de protección que se deben tomar especialmente con los niños pequeños.